El Aborto es la interrupción del embarazo ya sea espontáneo o provocado. El espontáneo se produce o bien porque surge la muerte intrauterinamente, o bien porque causas diversas motivan la expulsión del nuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre de su madre. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.
El Aborto Provocado
Hoy en día muchas personas desconocen o incluso niegan la realidad que rodea al aborto provocado. Aquí te mostramos dos puntos fundamentales:
- La muerte de un ser humano:
La ciencia demuestra, hoy en día, que en el momento de la concepción aparece una nueva vida humana. Su código genético es distinto de los códigos genéticos de sus padres. El nuevo código acompañará a esa persona para toda su vida.
Durante un aborto provocado, el niño reacciona e incluso emite lo que muchos han llamado un “grito silencioso”. El organismo inmunitario de la madre, por otra parte, reconoce al bebé en edad prenatal como un objeto extraño al cuerpo de la mujer y tiende a atacarlo, aunque la placenta protege al nuevo ser humano.
Aunque todos los estudios científicos demuestran que lo que hay en el seno materno durante el embarazo es un nuevo ser humano, muchos prefieren cerrar los ojos a esta evidencia, haciendo afirmaciones anticientíficas y que carecen de todo fundamento, como que el niño forma parte del cuerpo de la madre, o que es simplemente un ser en potencia, como si de un embrión o un feto humano pudiese surgir una marmota.
En pleno siglo XXI las falacias que manejan quienes defienden el aborto sólo se pueden sostener desde la ignorancia científica o desde el desprecio por la ciencia.
- Un sufrimiento para la mujer:
El doctor John C. Willke dijo en una ocasión: “Es más fácil sacar al niño del útero de su madre que sacarlo de su pensamiento”. Y es que a los numerosos riesgos físicos que implica el aborto provocado para la mujer hay que añadir un fenómeno muy frecuente pero que es sistemáticamente silenciado: el Síndrome Post-Aborto (SPA).
Una psiquiatra española, la doctora Carmen Gómez Lavín, explica que las consecuencias psicológicas del aborto que se dan con más frecuencia son “cuadros depresivos que se acompañan de un sentimiento grande de culpabilidad”.
Una psiquiatra canadiense, la doctora Susan Standford, ha relatado su propia experiencia con el SPA explicando sus tres fases: desasosiego y tristeza; se revive continuamente el momento traumatizante del aborto de un modo muy profundo; y finalmente una gran depresión.
Ninguno de estos riesgos es advertido a las mujeres por los centros que practican abortos.
muchas gracias por ayudarme con esta tarea era lo que buscaba